Desayunando [LIBRE]

Salí de la habitación después de darme una ducha bien caliente para despertarme un poco. Me puse el uniforme y bajé con paso lento hasta el Gran Comedor.
Ya había gente en todas las mesas asique me senté en un lado y me serví un poco de zumo.
Miré a los lados para ver si había algún conocido pero de momento no vi a nadie. Di un buen trago al zumo y volví a dejar la copa sobre la mesa para coger una tostada.

Después de una buena ducha, me vestí y bajé a desayunar. Tenía miedo de haber llegado tarde, porque me habñia quedado dormida. Fuí hasta la mesa de Gryffindor y me senté en el primer espacio libre que encontré. Levanté la vista y vi a Damon -Hola le dije con una sonrisa

Después de morder la tostada me la quedé mirando ya que no había otra cosa más interesante. De repente alguien se sentó enfrente mía y sonreí cuando me saludó.

-Hola Bri-saludé alegremente y volví a dar un mordisco a la tostada y me la quedé observando un momento.

Me estaba observando. No pude evitar sentirme incómoda. -¿Como estas? le pregunté rápidamente. Evité mirarlo a los ojos. Me serví un poco de jugo de naranja en la copa y tomé un trago.

Hice lo mismo que ella y me serví un poco de zumo después de que ella se sirviera en su copa.
La cogí pero respondí antes de beber.

-Bien, un poco liado ahora con esto de los exámenes de último año, pero de momento bien, lo normal, ¿y tu?-la pregunté.

Escuché su respuesta con una media sonrisa dibujada en los labios. Los exámenes nos traían a todos de cabeza.
Vi que cogió una galleta del montón y también cogí una, era de mis favoritas, cubiertas de chocolate. Le di un sonoro mordisco, estaban bastante crujientes.

-Si, ya sabes, Cazador; creo que es lo único que se me da bien de verdad-comenté con una pequeña risa-¿Y tú?

-Hoy me he levantado sin ninguna gana de hacer nada en referente a los estudios, aún no tengo pensado lo que voy a hacer..., ¿se te ocurre algo?

-No deberías estudiar tanto, siempre acabas aprobando todo y encima con buena nota-la dije guiándola un ojo.

Suspiré y pensé en lo que haría yo en el día de hoy. Tendría que terminar una trabajo para pociones, pero aún tenía algunos días más para hacerlo, hoy me apetecía... hacer el vago, si eso era buena idea. Sonreí.

-Yo quizás esté por el lago, asique si terminas pronto ya sabes donde encontrarme-me ofrecí mientras me metía el resto de la galleta en la boca y la masticaba lentamente y miré a la mesa.

-Estudiar es bueno apunté. Me quedé pensando en su oferta -Aunque hoy no tengo muchas ganas de estudiar, así que quizá vaya al lago contigo.. si no te molesta obviamente le dije. Tomé otro trago del jugo

Sonreí ante su respuesta.

-Nunca me molesta estar en compañía de una hermosa chica-la dije mirándola de nuevo a sus ojos azules.

La verdad esque era una chica muy guapa, aunque quizás algo pequeña para mi o al menos eso decían, pero los pensamientos de los demás no me importaban en absoluto.

-Estoy esperando una carta de mi madre y creo que por lo que oigo ya vienen las lechuzas-dije mirando al techo al escuchar el voloteo de muchas aves. Vi que se acercaban y la mía dejaba caer una carta con el sobre color amarillo perfectamente doblado y con la firma de mi madre. Di a la lechuza una galleta que me agradeció con un picoteo débil y cariñoso y volvió a emprender el vuelo, seguramente a la lechucería.

Me miró a los ojos y sonreí. Después llegaron las lechuzas. Comenzaron a repartir las cartas a sus respectivos dueños. Damon tomó su carta y le dió una galleta a su lechuza. -¿Te quedas durante todas las vacaciones? le pregunté mientras habría su carta

Cogí la carta y la abrí. No iba a ponerme a leerla ahí cuando estaba hablando con Bri, tan solo quería ver si era tan larga como me esperaba... y no me equivocaba en absoluto; dos pergaminos a letra bastante pequeña contándome las últimas noticias.

Miré a Bri cuando me hizo esa pregunta y lo dudé un momento.

-Aún no lo se, pero creo que me optaré por quedarme en el colegio. Mi madre se va con mi abuela a pasar las Navidades en casa de mi familia paterna y es que son un poco... raros, no me siento cómodo del todo con ellos...-expliqué mientras doblaba de nuevo la carta y me la metía en el bolsillo y daba otro trago al vaso con zumo.

Abrió la carta. Dos pergaminos, era una carta muy larga. Escuché su respuesta y le sonreí. -Leela si quieres no me molesta le dije al ver que guardaba su carta

-Gracias, pero prefiero hablar contigo, luego tengo tiempo de leerla en el lago o algo así. Además, se lo que me comenta; que me vaya con ella de vacaciones a ver a la familia y que me cuide y demás..., ya sabes, cosas de madre-agregué con una sonrisa.

-¿Tú que vas a hacer en estas vacaciones?

-Me quedaré aquí. Voy a aprovechar para conocer cada rincón del castillo le dije y miré el cielo. Era muy simpatico. Recordé a mi gata, Arwen. Desde la noche anterior que no la encontraba. -Por casualidad ¿no has visto una gata gris de ojos celestes? le pregunté. Quizás él la había visto

Sonreí al escuchar su respuesta, al menos tendría compañía si me quedaba en el castillo y no tan solo como algún año que no he viajado a casa por las fiestas.
Observé que su rostro cambió y me preguntó por un gatito, su mascota.

-La verdad es que he visto un par de gatos correteando por el aula de transformaciones, lo mismo era la profesora McGonnagall-solté y comencé a reírme-Si quieres te ayudo a buscar.-me ofrecí bebiendo lo último que me quedaba en la copa y mirándola.